Todo el problema de los argentinos era la resoluciuón 125. "Antes estábamos bien", decía el energúmeno de Gualeguaychu, mientras ejercia la violencia cortando rutas y usufructuando la renta extraordinaria de la soja.
Las concesiones que el gobierno le hizo a los "pequeños" productores no fueron aceptadas por la mesa de enlace de los cuatro jinetes del apocalipsis, sencillamente porque desde un principio sus objetivos era someter a un Estado que estaba entrometiéndose de más en la economía. Para ello era necesario debilitar al maximo al gobierno y si fuera posible hacerlo caer en su "lógica destituyenye", frase que reemplaza al "golpe institucional". Desaparecida la intervención del Estado como orientador de la política económica, los beneficios perdidos se recuperan rápidamente.
Las corporaciones agrarias insisten en que el actual gobierno es un obstáculo para el progreso del campo. Y evidentemente que con un obstáculo no se negocia, se lo suprime. Esa es la "logica destituyente" de los dirigentes agropecuarios.
Fuente Rubén Dri
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