jueves, 16 de octubre de 2008

El peronismo que queremos



Con la derrota en el campo popular en general y del peronismo revolucionario en particular, que se materializa con el golpe civico-militar de marzo de 1976, se cerró un ciclo histórico abierto el 17 de octubre de 1945 con el surgimiento del Peronismo como motor de profundas transformaciones políticas, económicas y sociales, cuyas manifestaciones llegan hasta la actualidad.

La derrota se expresó también en lo político, organizativo e ideológico.
En lo político porque se traicionó, se degeneró y se tergiversó la doctrina justicialista y sus objetivos de independencia económica, justicia social y soberanía política. El gobierno “peronista” de Menem es un ejemplo clarísimo de cómo se entregó el país al capital y como se efectuó la gran injusticia social con los trabajadores, al que le hicieron perder sus empleos, el sábado ingles, el feriado los domingos y muchísimas conquistas laborales y sociales.
En lo organizativo se sustituyó al militante de base por el puntero (individuo pago por monedas, ladrillos o chapas) y además se canjeó la solidaridad por el clientelismo. Se mudaron los proyectos a corto, mediano y largo plazo por “el tapar agujeros”. Los nombres se anteponen a los conceptos, al pensamiento y al conocimiento.
En lo ideológico, el conjunto de ideas fundamentales que caracterizaron el pensamiento del movimiento nacional y popular peronista, fue sustituido por el pragmatismo (vemos lo de hoy, mañana veremos).

De la derrota surge el actual “peronismo” que es manejado por dirigentes ávidos de negocios, de ambiciones desmedidas de poder y de falta de sensibilidad para sus compañeros a los cuales solamente se los utiliza para ir a votar.
El Movimiento Evita tiene claro que tipo de Peronismo quiere. Quiere aquel peronismo sabio y prudente de Perón, donde la organización vence al tiempo y el peronismo revolucionario de Evita, que es el de dar la vida por los humildes, por los que no tuvieron igualdad de oportunidades y por los trabajadores explotados por los patrones.

Queremos el modelo Argentino para el proyecto nacional planteado por Perón, que incluye la preservación de los recursos naturales, la liberación nacional, el derecho al conocimiento científico-tecnológico, la participación popular, la armonía entre los valores materiales y espirituales y la equidad social. Queremos un Peronismo que participe de la transformación y el afianzamiento de la comunidad sudamericana para que supere las cuestiones meramente comerciales y que intervenga en la defensa irrestricta del principio de libre determinación de los pueblos.

Son en esta hora objetivos primordiales la unidad y la organización, siguiendo el orden que nos legara el Gral. Perón: primero el la Patria, después el Movimiento y por último los hombres. Democratizar toda la estructura partidaria con un fuerte criterio federal y participativo. Es momento también, de un crecimiento cualitativo por medio de la promoción de cuadros militantes que enfrenten con éxito la maquinaria cultural colonial, hegemónica en los medios de comunicación y fortalecer definitivamente la política de derechos humanos, obligación que tenemos con nuestros compañeros desaparecidos –mayoritariamente trabajadores, mayoritariamente peronistas- que dieron su vida por la equidad y la democracia.

En las próximas elecciones internas, queremos ser parte de Consejo Peronista, para que desde adentro podamos transformar este “peronismo” sin sal ni condimentos por el auténtico Peronismo de tantas luchas y de tanta resistencia al capital explotador, a la burocracia y a la corrupción. Queremos volver al peronismo de la solidaridad, al del Estado fuerte para cumplir el sueño de la distribución de nuestra riqueza y hacer de la justicia social, nuevamente una bandera de lucha indestructible.

Oscar Farias – Mauro Fernandez- Juana Tonetto- Alfredo Artola- Natalia Vincenti

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